miércoles, 15 de mayo de 2013

La clonación terapéutica ya está más cerca


Un equipo de investigadores estadounidenses ha conseguido obtener células madre embrionarias humanas a partir de una célula adulta mediante el proceso de trasferencia nuclear.
 Shoukhrat Mitalipov, el científico que ha dirigido la investigación dijo: "Nuestros resultados ofrecen una nueva forma de generar células madre de pacientes con tejidos y órganos dañados o deteriorados", ha explicado en un comunicado Mitalipov. "Estas células madre pueden regenerar y reemplazar a aquellas células dañadas y mejorar enfermedades que afectan a millones de personas".
Desde la famosa clonación de la oveja Dolly, hace ya 16 años, se ha clonado a perros, vacas, camellos... pero siempre fracasaba en el ámbito humano. Ahora, utilizando óvulos sanos a los que se les retira el núcleo, se les introduce el núcleo de una célula de la piel de un paciente y se les somete a la técnica de electroestimulación, se consiguió obtener un embrión del que derivaron células madre.
Aunque supondría un avance en la medicina regenerativa, aún no se ha demostrado que estas células sean seguras y viables, para lo que se necesita más tiempo de investigación.

Personalmente veo la ciencia y sus indagaciones como algo realmente enriquecedor, nunca está demás conocer mejor la naturaleza y las leyes del mundo en que vivimos, pero ¿hasta qué punto somos capaces de llegar para conseguir lo que queremos? 
La salvación de millones de personas gracias a la viabilidad técnica de este avance es algo bueno, por supuesto, y deseable por todos, pero ¿a qué precio? Si se toma la vida de un embrión, una vida, para salvar otra ¿no estamos haciendo lo mismo que si alguien donara su corazón para dárselo a otro? Eso actualmente, en nuestro sistema sanitario está prohibido. 
Muchos contradirán esto alegando que son muchas personas las que tendrían una vida mejor o, simplemente, una vida; para aquellos pacientes en alerta roja . Con esto, no sería necesario traer órganos desde muy lejos y a toda prisa, ni habría escasez de los mismos, ni tampoco rechazo.
Sí, es cierto, pero esas futuras personas, empresarios, profesores, médicos, abogados... no han tenido la oportunidad de elegir si querían vivir o no, si verdaderamente querían dar su vida por la causa. Es como si se obligara a un soldado a irse a la guerra para morir por su patria.
Otros me dirán que un puñado de células no puede llamarse persona, pero una vez vi una imagen que decía algo así: "Si lo vemos en Marte, es vida. Aquí solo son células", y me dejó sorprendida de la evidencia.
Por eso, a mi juicio y, seguramente de mi compañera, la opción que presentó el premio Nobel Yamanaka sobre la reprogramación de nuestras células es mucho más correcta, ya que obtienen células madre a partir de tu propia piel y no de un embrión.



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