¡Hola blogueros!
Hoy soy yo, Ana María, la que escribe una entrada en su nombre ante algo
sorprendente. El pasado martes (19 de marzo) pudimos conocer nuestras calificaciones
de Proyecto Integrado y, como si de una ley se tratase, todos nos vimos
asaltados por la indignación. Indignación porque no veíamos justas nuestras
calificaciones después del esfuerzo realizado, o bien porque protestar es “ley
de vida”. En un caso u otro, todos (o casi todos) fueron a reclamar al día
siguiente en la hora de Estudio Asistido (digo “fueron” porque ese día me
encontraba mal y no pude asistir a clase), estuviesen en esta asignatura o en
la optativa, Religión. Yo, evidentemente, no sé qué se dijo exactamente, pero
varios compañeros míos coinciden en que fue pronunciada esta frase (con un tono
algo despectivo): “los de Religión que se vayan a rezar el Rosario”. Yo no
puedo decir si es verdad o no ni acusar a nadie de pronunciarla, pero sea
cierto o no me parece algo interesante para escribir una entrada VOLUNTARIA
(por si hay duda a la hora de evaluar, que en el recuento se “escapan”muchas),
pues no es la primera vez que oigo algo parecido.
Analicemos la
frase: “los de Religión que se vayan a rezar el Rosario”. ¡Pero cuánta
ignorancia! ¿Nos paramos a pensar lo que decimos? ¡Rezar en Religión! Ahí se ve
la información que tienen de esta asignatura, a pesar de que apostaría bastante
al decir que tal frase fue pronunciada por alguien que desea abolir la materia
mencionada. Pues bien, intentaré explicar a este sector de detractores de
Religión qué hacemos exactamente. Nosotros NO rezamos en clase ni damos/recibimos misa, solo estudiamos historia y estructura del Catolicismo y, por
supuesto, la de otras religiones. Y estudiar la historia de la religión
Católica significa estudiar la historia de gran parte de la humanidad (lo
queramos o no), pues esta es la base de la sociedad occidental. Es decir, cursar
Religión adecuadamente se traduce en cultura, y tal como están las cosas, más
nos vale tener un poquito de esta.
Volviendo a la
frase: si es cierto que fue dicha, al menos espero sinceramente que a esa persona le quede algo de vergüenza y no presuma ante los demás de cooperación, respeto y
tolerancia a las diferentes maneras de pensar, pues evoca todo menos lo dicho.
Si bien se percata que no fue acertado decir tal frase y acepta su error, yo lo
valoro más que aquel que no se equivoca; porque no importa las veces que nos
caigamos, sino las que nos levantemos.
Por último invito
a pensar antes de hablar y, por supuesto, a que todos nos respetemos
mutuamente, pues sin respeto difícilmente haya paz en el mundo.
Sé que la entrada
es un poco larga y que serán pocos los que lleguen hasta aquí, pero al menos yo
duermo hoy más tranquila.
Un saludo a todos
vosotros y hasta la próxima entrada.
P.d: No creo que
los de Religión estuviesen en Estudio Asistido por gusto, sino que a lo mejor
fue para resolver algunos errores y malentendidos.